Hace unos años descubrí la gran belleza de los cactus: sus formas llamativas, sus espléndidas flores, su especial adaptación al medio.
Al principio... me costó mucho cuidarlos, incluso recuerdo uno que me regaló mi hermano con mucho entusiasmo y que... se secó al poco tiempo.
Hace poco me sucedió que mis cactus casi se mueren de sed. Es que -bajo la premisa de no regarlos demasiado- casi me voy al otro extremo.
Pero descubrí mi error a tiempo y ahora, este otoño, lucen muy bien!! Espero con ansias la primavera para ver si florecen!!
Mientras tanto, disfruto de las flores de los cactus de lana hechos por mi mamá y que no necesitan ser regados!!
Que lindos!!! muy lindos. jajaja a mi me encantan también!!
ResponderEliminarun beso
Claudia
www.tiendadecocactus.blogspot.com
Adoro los cactus.
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