En la entrada anterior apenas asomaba a la derecha de las últimas fotos con gran timidez, pero hoy le dedico todas las palabras y todas las imágenes. Ésta es la puerta turquesa de lo que con mucho coraje llamo lavadero (el sucucho donde logré que entrara el lavarropas).
Hasta Diciembre lucía un aspecto deplorable. Nunca nos habíamos podido ocupar de ella porque siempre había algo para hacer de mayor prioridad. Después de todo es sólo una puerta.
Pero yo ya no soportaba ver la falta de madera en algunas partes, el deterioro de la pintura grisásea y el estado calamitoso del tejido mosquitero.
Por un instante la visualicé en mi mente pintada de blanco inmaculado, aunque fue una idea que me duró poco porque inmediatamente me pregunté: ¿Por qué no jugarme pintándola con mi adorado color turquesa? Y la desarmé, madera por madera para pintarla. Luego cambiamos el mosquitero y finalmente, mi marido la rearmó porque yo con desarmar y pintar todo bien, pero... se me complicó un poquito con que volviera a parecerse a una puerta así que tuve que delegar esa tarea.
De las maderitas que hubo que agregarle, decidí cubrir una con pintura para pizarrón que me compré ya en el mes de Enero. Y ése fue el toque final. Me encanta porque hace juego con el cartelito que colgué sobre la pared del costado (pared que tengo que pintar como ya hice en otros sectores).
Otra cosa que me gusta mucho de mi puerta son la manija, el pasador (que no anda por supuesto) y las bisagras oxidadas que van, en mi opinión, muy a tono con el color turquesa. Por eso, las dejé así, como los años y el aire marino quisieron que fueran.
En definitiva, un cambio positivo con el que estoy más que conforme. Lástima que no tengo fotos de cómo era antes... pero me parece que aunque las tuviera no sé si me animaría a mostrarlas... era un desastre.
De este modo, con trabajo e imaginación voy embelleciendo mi entorno y amoldándolo a quienes lo habitamos. Ése es el desafío de tener una casa vieja (no antigua, vieja). Más de una vez, mi marido y yo deseamos tirar todo abajo e instalar una carpa en el patio por tiempo indefinido al enfrentarnos con problemas y más problemas. Sin embargo... en el proceso de resolver... nos divertimos, ponemos en juego una tonelada de creatividad y a lo mejor, como esta vez, alguna puerta termina siendo de color turquesa.
amable ♥
ResponderEliminarme fascinó! besos
Me alegro que te haya gustado! Besos!!
EliminarNos encanta la puerta en color turquesa mejor que blanco.
ResponderEliminarTambien la manija y la maderita con la pintura pizarra.
Buen trabajo.
Besos de las dos
Muchas gracias! Viva el turquesa, jajaja!! Besos!!
EliminarTe animaste! Sin vergüenza que tu puerta es adorable. Si sos igual de osada y pintás la pared de un color contrastante, entonces ya estamos en nivel Pinterest...Besos y te acompaño en todo el proceso. Yo veo mucho potencial en tus fotos, muchos elementos para un espíritu DIY.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras! Igual me falta coraje para jugarme con el color de la pared... pienso pintarla color verde cemento, tranqui! Besos!!
EliminarQué bien que te decidieras a pintarla de turquesa, Marita, y que conservaras todos los herrajes originales tal cual. ¡Pues el resultado es bien hermoso!
ResponderEliminarUn beso enorme de las dos
J&Y
Sii, la combinación óxido-turquesa cada vez me convence más! Gracias por sus palabras! Besos!!
EliminarPreciosa!! Y precioso entorno!!
ResponderEliminarMe encanta!! Es mi color preferido también!!
decorandodecorazon
Muchas gracias Ana!! Besos!
Eliminar¡¡Es preciosa!! Ese color es también uno de mis favoritos y me parece realmente fascinante lo bien que queda entre la piedra y la vegetación. Has hecho muy bien en conservar el tirador y el cierre oxidados y en poner ese detalle de pizarra que le da un toque súper original. ¡¡Y también me gustan los cambios en la cabecera del blog!!
ResponderEliminarMuchos besos desde Sevilla.
Ayyy!! Sos la primera en notar los cambios de la cabecera de mi blog, me alegro que te gusten!! Me costó bastante porque no soy muy hábil con el manejo de programas y de temas internetiles, jeje! Besos!!
EliminarNo es una puerta cualquiera, es una señora puerta con toda la onda!!! que la disfrutes!!
ResponderEliminarJajaja!! Es verdad, cobró protagonismo y ahora no pasa desapercibida a las miradas!! Besos!!
EliminarTe quedó preciosa!!! No sabés como me identifico con este post. Yo también vivo en una casa vieja no antigua que requiere mucha maña y constantes reparaciones.. Es lo que hay, y en el fondo, somos unas suertudas. Nunca vamos a aburrirnos! JA! Besotes.
ResponderEliminarPD: Si no lei mal, estabas engripada. Espero que te recuperes prontito.
Qué bueno es encontrar personas a las que les pasa lo mismo que a uno y compartir de alguna manera! Igual yo aunque me queje estoy más que feliz por mi casa viejita, la superquiero!! Mmm... me parece que leiste mal... no estoy engripada! Besos y gracias por tu comentario!
EliminarHola Marita gracias por compartirnos esta bella historia de tu puerta turquesa que está muy linda y que ya habíamos visto de lejitos, pero bien merecido un post especial para ella, besitos
ResponderEliminarMarita!!!! no sabia por que pero me habia perdido esta entrada!! (al ver la fecha me di cuenta por que, porque es momento de vacaciones para mi esa fecha!!)
ResponderEliminarMe encanta tu puerta!! Me gusta mucho, mucho esa madera cruzada en la parte del mosquitero!!! Y que te puedo decir de los herrajes oxidados...aaaahhh como me gusta lo oxidado!!!! Hermosa composicion, la verdad que es como que todo encontro su lugar, no? La puerta, el color, los herrajes....y si le sumamos el nuevo postigo....suspiros!!!!!
Besotes!!!!