En esta oportunidad, Marcela del blog Colorín Colorado, nos propuso mostrar nuestra silla favorita en su fiesta virtual.
Aquí presento a mi elegida indiscutida, una silla cuyo estilo desconozco, cuya historia jamás sabré, pero que me conquistó desde el comienzo y quizás, en realidad, aquí comienza esa historia y no hace falta saber nada más.
La encontré en mi casa, fue uno de los muebles que quedaron olvidados por su anterior dueño. La miré y era horrible, color madera barnizada con brillo y tapizada con una polvorienta tela amarilla con arabescos marrones y naranjas, con clavos y tachuelas oxidadas. No me gustó para nada.
Pero pensé en su potencial y la defendí de ser regalada o -peor- sacada a la calle en un contenedor.
Varios meses estuvo "dando vueltas" por la casa... hasta que decidí pintarla de blanco y luego gastar la madera con una lija... Y hasta que elegí la nueva tela para tapizarla.
Finalmente, así quedó y yo, conforme con el resultado. Tanto que me encariñé y la ubiqué en mi habitación, en un lugar de privilegio.
Pienso que no sólo se transformó por fuera, sino que se convirtió en una silla con significado, entrelazándose con parte de mi historia personal. Eso es lo que hace especial a los objetos materiales. Y es algo que solamente pueden apreciar las personas que ven el verdadero valor de las cosas.
Ahora sí, después de haber presentado mi silla especial, me voy a conocer las de otras blogueras y... ¡¡¡a disfrutar de esta hermosa fiesta!!!