De lejos (no tanto) miro este rincón de mi casa que me encanta:
Un mueble que ya estaba aquí cuando llegué y, como era muy oscuro y triste, lo pinté de blanco y cambié los tiradores de las puertitas.
Arriba, un espejo antiguo que me regaló mi suegra y era de su mamá. También era negro y yo lo pinté de blanco.
Me acerco para ver un poco de libros, revistas y algunos objetos plenos de significado.
Como el centro de mesa (maceta turquesa y blanca) de un cumpleaños de quince muy especial...
o las bobinas de hilos de mi abuela modista.
Me sigo acercando y en este florero que me recuerda un regalo muy especial...
encuentro un poco de Primavera, estación de las flores, del verde y de la vida... Pero además, de cambio y renovación. Significa una fuerza y un empuje que va de afuera hacia adentro, movilizando cada fibra de mi ser. Esto me da la Primavera.
Y para terminar esta entrada, aunque no menos importante, estoy muy contenta y agradecida porque recibí dos premios!!
Fueron otorgados por dos hermosos blogs que conocí hace poquito gracias al "Encuentro frugal". Así que mil gracias a Decoladeolinda y Mis cosas favoritas por pensar en mi blog.