Esta mañana pensé con mucho entusiasmo: "Hoy voy a participar del encuentro frugal de cada viernes que propone Marcela" y prendí la computadora.
Al siguiente instante... se evaporó mi entusiasmo ante un cartelito que decía que la página a la que intentaba entrar no estaba disponible. ¡¡¡Zas!!! No había internet.
Después de hacer TODO lo que estaba a mi alcance, es decir, apagar y volver a prender, me di por vencida. ¡UFA!
Cuando, mágicamente, internet volvió ya era la hora de irme al colegio, entonces... para la tarde quedó mi entrada frugal, que ahora quiero llevar a cabo.
Dicho esto, completamente ajeno a ideas frugales, pero necesario... pasaré a lo que importa: un pedazo de madera perteneciente a una persiana vieja y rota que rescaté antes de ir a parar a la basura.
Este pedazo de madera me pareció ideal para convertirlo en una especie de tutor para plantas o simplemente un cartelito para el jardín.
No hizo falta lijar porque el tiempo ya se encargó de eso. Entonces... imprimí unas palabras en una letra que me gustaba, las pasé a la madera con papel carbónico y las pinté con marcador (o fibrón) negro resistente al agua.
Y listo... ¡a ocupar su lugar!
¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!