jueves, 11 de julio de 2013

LIBRETAS ARTESANALES

Hace un tiempo aprendí a hacer una encuadernación casera a través de Día de Amigas, que es un programa de manualidades. Me pareció fácil y decidí probar... Y aquí muestro los resultados: tres libretas de 10,5 cm x 15 cm, cuyas tapas decoré de diferente manera.


Para esta libreta usé las puntillas de la abuela, que tengo guardadas como pequeños tesoros y que le dan un toque romántico.


Para la segunda, elegí pintar las tapas de verde menta y decorar con diferentes washi tapes bien coloridas.


La última es la más sobria, en tonos de blanco, negro y gris y, por la imagen que elegí, la apodé "Libreta París".


Reconozco que la parte más divertida no fue coser las hojas y las tapas, sino la posterior decoración donde pude dejar volar la imaginación...

domingo, 7 de julio de 2013

MI JARDÍN EN INVIERNO

El invierno avanza y por momentos se hace sentir más y por momentos, no tanto... Hasta ahora, nos ha regalado muchos días de sol pleno y tibio, y otros de humedad y densa neblina. Eso sí, muy poca lluvia... creo que nada en realidad.

Es poco el tiempo que le dedico al jardín en esta época porque las tardes son tan cortas y además, mi jardín es muy sombrío debido a los inmensos pinos. Esperaré hasta primavera para trabajar un poco más en él y mientras tanto, saco fotos de cómo luce en esta estación.



Éste es el rincón más soleado, un lugar rodeado de paredes y piso de cemento  que, aunque suene triste, todo lo contrario y por ahora, es el único de todo el patio al que le he dedicado mi esfuerzo.




Esa pared está a medio pintar... Mi idea es darle un tono verde para que acompañe mejor a las plantitas.




Adoro esta maceta blanca con gramínea. La encontré rota en la calle y se mudó conmigo una vez, luego quedó archivada en un bajomesada, yo me volví a mudar (¡dos veces más!) sin acordarme de su existencia hasta que alguien me la recordó y me la hizo traer a mi casa ("hacete cargo de esto que es tuyo o lo tiro" dijo mi hermano). Finalmente, pegué el pedazo roto, la pinté de blanco y planté una Stipa.




Él es el guardián y... verdugo de mi jardín... Sus patitas inquietas pisotean y escarban toooodooooo... Y yo, tratando de enseñarle...




Este rosal todavía no se enteró que estamos en invierno y sigue floreciendo y floreciendo...




Comienza a florecer la lavanda y más atrás, el jazmín de leche intenta cubrir la fea pared. Mejor ni muestro lo que hay arriba de esa pared. Es otra pared más alta, de una construcción del vecino y está cubierta en algunas partes con esa horrible lámina negra y metalizada (ni idea el nombre) que se usa para que no se llueva. Algún día pienso pedirle si la puedo pintar.




Para embellecer un poco esas duras paredes colgué macetas con suculentas ya que la presencia del sol pleno es adecuado para ellas. En primer plano se ve el romero que planté el año pasado y creció un montón.




Aquí se ven las dos paredes y el piso. Son muy contundentes, pero... yo puedo asegurar que después de mirar dos o tres veces, uno se olvida del inevitable gris y sólo existen las plantas, allí regalando sus flores, aunque sea en invierno o tan sólo su verde, haciéndome pensar que en todo momento y lugar, la vida, se abre camino e impone su preciada presencia a pesar de todo.