lunes, 18 de diciembre de 2017

EL MES MÁS LINDO DEL AÑO

Desde la última vez que escribí, el tiempo transcurrió vertiginosamente y yo quedé sumergida hasta el cuello en exámenes parciales y trabajos prácticos de final de cursada. Después de nervios, corridas a contrarreloj, muchas pero muchas horas de silla y cero acercamiento a este blog, dos materias más se suman a las tres del cuatrimestre anterior y me acercan a la meta de la licenciatura.


Entonces... con todo el año por detrás y el objetivo académico cumplido llegó el momento de disfrutar. 


En Diciembre comienzan los días para aprovechar la playa, a pesar de que este año el calor del verano parece no llegar nunca y sólo hubo un par de muestras como para que no nos olvidemos de lo que debería ser.


Diciembre es un mes de festejos, no sólo por Navidad y Año Nuevo, sino porque es el mes de mi cumpleaños y también el de mi mamá. 


Dada mi actividad estudiantil, en Diciembre para mí comienza el descanso, la época de desenchufarme, poner el cerebro en remojo y cargar las pilas. 


Diciembre es el mes de los días más largos, que se estiran hasta tarde, de aire libre y de jardines florecidos. 


Todas me parecen razones suficientes para pensar que Diciembre es, para mí... el mes más lindo del año.

domingo, 12 de noviembre de 2017

UN MUEBLE CON HISTORIA

El post de hoy no es sólo sobre un mueble vajillero antiguo reciclado porque viene con anécdota incluida, lo que hace que no sea un mueble común y corriente. 


Perteneció a la casa de mi abuela paterna, en el campo, adonde iba con mi familia los veranos de mi infancia. Durante ese tiempo era muy diferente, pintado de marrón oscuro y con vidrios trabajados en las puertitas, uno de lo cuales perdió en un incidente que quedó para el recuerdo familiar.


Yo era muy chiquita, así que me acuerdo de esta historia por la cantidad de veces que me la han contado, pero mi propio recuerdo es muy poco...


Estábamos en la casa del campo por almorzar y mi mamá me mandó desde la cocina a buscar algo en este vajillero, que estaba en el comedor. Allí se guardaban, como ahora, platos, vasos, utensilios, frascos o latas con arroz, fideos, azúcar... Todo bastante rompible.


Cabe destacar que la parte superior del mueble, antes como ahora, está apoyada sobre la parte inferior, de modo que son dos partes independientes. 


Lo que mi mamá me mandó a buscar, estaba en la parte superior. Y yo, en lugar de ir a buscar una silla para subirme porque como era chiquita no llegaba, y porque tenía la costumbre de trepar a todos lados, intenté "escalar" el mueble, supongo que apoyando una rodilla en el medio y agarrándome de arriba. 


Desde la cocina, se sintió el tremendo estruendo porque en esta operación la parte superior del mueble se vino al suelo conmigo. Literalmente, me lo tiré encima.


Imagino que el susto de mis padres habrá sido tremendo. Levantaron el mueble y me sacaron de abajo, entre vidrios, loza rota, arroz, fideos, azúcar y demás cosas que estaban guardadas allí. 


Por supuesto que salí asustadísima y llorando, pero sin el más mínimo rasguño. Bien se dice que los niños tienen su propio Ángel de la Guarda. 


Mi abuela le regaló el mueble a mí mamá, y como recuerdo de esa vez, tuvo mucho tiempo, uno de los vidrios de las puertas roto, el otro se salvó.
Finalmente, mi mamá lo recicló y actualmente, se luce en este ambiente.


Está en un lugar que visito seguido, y por supuesto que cada vez que voy a buscar un plato, un vaso o una taza... recuerdo ese día en que tuve la loca idea de treparlo y se me dibuja una sonrisa.  

domingo, 5 de noviembre de 2017

CACTUS FLORECIDOS

Por estos días, varios de mis cactus me han dado la sorpresa de florecer. Son cactus pequeños y, por lo tanto, sus flores son modestas, pero no por eso menos hermosas. 











Un capítulo aparte es este cactus (para nada modesto), de la colección de mi mamá, cuya flor espectacular supera todas las expectativas de tal manera que vale la pena compartirla. Un dato para nada despreciable es que esta flor tiene 15 centímetros de diámetro, una locura para ser que el cactus a lo sumo tiene 20 centímetros de alto y no más de 5 de diámetro.





Ya sea con flores grandes o pequeñas, llamativas o comunes, o no por sus flores sino por otros atributos, los cactus siempre me sorprenden y me encanta cultivarlos.  Son un sano "vicio" que adquirí hace ya bastante tiempo y que he contagiado a varias personas a mi alrededor. 


viernes, 27 de octubre de 2017

CAJA DE TÉ

Ésta caja de té la pintó mi mamá para mí hace varios años ya. Sin embargo, el tiempo y el uso hicieron que se viera deslucida, así que le pedí que la repintara, respetando el diseño original. Quedó hermosísima y aproveché la hora de la merienda para sacarle fotos.










¡FELIZ FIN DE SEMANA!

jueves, 19 de octubre de 2017

UN RAMO DE FLORES

Siempre me gusta tener algún ramito de flores en mi casa, y me encanta armar mis propios arreglos, sencillos por supuesto y con las flores y ramas que tengo a mano, casi siempre sin comprarlas. 
Hace varios años ya, cuando aún éramos novios, mi marido me regaló un florero con un arreglo precioso. Las flores duraron, por supuesto, lo que tenían que durar y me quedó el hermoso florero al que utilizo una y otra vez, y que siempre sale en todas mis fotos. 
Unos días atrás me puse a recopilar esas fotos y decidí reunirlas en una entrada en mi blog. Vamos a ver cómo resulta esta colección...

Ésta es la foto más actual, las flores que en este momento  se lucen en mi florero fotogénico.
 
 
Y aquí, otras fotos anteriores, de hace poco o de hace mucho...













Y a modo de yapa, otros arreglos florales que hice, y también fotografié, pero para los que utilicé otros recipientes.





La semana se va terminando y yo me dejo invadir por el aroma y los colores de todas estas flores, mientras espero, en lo personal, que otras cuyos pimpollos están cerrados todavía desde hace mucho tiempo, por fin florezcan y me llenen de alegría.