viernes, 31 de enero de 2014

MACETERO FRUGAL

¡Qué lindo es encontrarnos de nuevo en la propuesta de Marcela en su blog Colorín Colorado! Los viernes frugales ya se van volviendo un clásico y una vez más, participo con mucha alegría.

Hace casi un año que pensé: "voy a transformar este envase de helado en macetero" 


Me pareció genial por la forma de maceta que tiene, pero me comí el helado y ahí quedó el pote.

Más adelante, me lo volví a encontrar y empecé a concretar mi idea.


Apliqué la técnica de cartapesta (que odio desde mi infancia cuando la profesora de manualidades de la primaria nos hizo hacer una horrible máscara a partir de un globo, la cual creo que fue a parar a la basura una vez terminada).

Con esta técnica, pegando papelito tras papelito con cola vinílica logré endurecer el envase.


A continuación, y para lograr mayor firmeza, pasé enduído para pared (sobrante de tapar los muchos orificios de clavos en las paredes de mi casa) con un pincel y entre capa y capa tuve que lijar un poco. Obviamente, no quedó perfectamente liso como hubiera querido, pero bueh... es parte de la gracia de lo artesanal.

Finalmente... lo pinté de blanco y pasé a la parte más divertida: ¡decorarlo! 


En la parte de abajo, elegí un color marrón claro con el cual pinté "así no más" y lo lijé para gastarlo y que aparezca el blanco. Con un stencil hice los lunares, aunque también se pueden hacer a mano con la parte de atrás de un pincel.


En el sector que dejé blanco, y como no sé pintar, hice decoupage con pedazos de una servilleta cuyos colores combinaban con los elegidos por mí.


Ultísimo paso: elegir una linda plantita para lucir este portamacetas. En mi caso, me gustó cómo queda esta suculenta.


Pienso que valió la pena, no sólo comer el helado, sino guardar tanto tiempo el envase porque finalmente se convirtió en algo lindo, útil y con el sello especial de lo hecho a mano. 

Ahora voy a ver qué buenas y frugales ideas proponen los demás participantes de este hermoso encuentro.

¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!



jueves, 16 de enero de 2014

FLORES SECAS

Hace unos años (mejor no lo pienso mucho porque son bastantes ya) uno de mis pasatiempos era hacer cuadros con flores secas prensadas. 
Generalmente, para prensarlas utilizaba viejas guías telefónicas que intercalaba entre los pesados tomos de diccionarios y enciclopedias de la biblioteca.

 
Más adelante, conté con una prensa casera de madera y a su vez, mi interés por las plantas creció tanto que la convertí en una especie de herbario, donde atesoré no sólo flores, sino hojas de diferentes tipos de plantas.


Hace unos días, encontré la prensa, arrumbada arriba de la biblioteca y decidí desarmarla. Me resulta increíble cómo funciona la memoria, porque al empezar a sacar hoja tras hoja de papel con los tesoros vegetales allí plasmados, me acordé de que las mejores flores se debían al trabajo de una fiel colaboradora: mi vecina, la "tía Chola".


Ella acomodaba las flores más difíciles de prensar entre algodones, pedacitos de cartón y papeles con el mayor esmero y dedicación. Esperaba semanas enteras, espiando debajo de los pesos que le ponía hasta que finalmente, me llamaba para observar y entregarme el resultado. Sus flores siempre quedaban perfectas y pasaron a formar parte de muchos cuadros o de mi herbario.




Ya no hago cuadros, pero decidí seleccionar las mejores flores y sacar fotos para mi blog.




Las zinnias, crisantemos y margaritas son obra de la paciencia de la tía Chola. Y pese a los años transcurridos, se conservan intactas y con sus colores todavía muy intensos.




¡¡Creo que lucen muy bien acompañadas de estos libros viejos y la taza "vintage" que me regaló mi mamá!!