viernes, 25 de octubre de 2013

FINDE FRUGAL

Por segunda vez participo de este encuentro semanal que organiza Marcela en su blog Colorín Colorado. 

Para esta ocasión quiero mostrar unos señaladores que hice hace un tiempo.







Están hechos en papel misionero, que es como una cartulina marrón y tiene aspecto rútico y también con unas hojas color rosadas muuuuy viejitas, que tranquilamente se pueden reemplazar por otras, basta que sean gruesitas.








En la decoración usé sellitos, cintas washi tape y cortantes con formas de flor y corazón. Pero además... recortes de revistas, de otros papeles que tenía, ojalillos de los que usan los chicos cuando se les rompen las hojas de carpeta, pedacitos de partituras, etc. 


¡Todo esto corre por cuenta de la imaginación de cada uno!




Son algo fácil y rápido de hacer, útil y decorativo. Pienso que pueden acompañar un libro que vamos a regalar y personalizarlos con el nombre del destinatario. O también... de la misma manera utilizarlos para decorar el envoltorio de otro regalo. 





¡Espero que les guste la idea! ¡Ahora a disfrutar de este nuevo finde frugal!

viernes, 18 de octubre de 2013

"EL RANCHO"

Es maravilloso contar con un espacio para desarrollar la creatividad y poner manos a la obra. Un espacio donde tener todo a mano: un pincel, un papel, alguna maderita, un libro o revista y muchos etceteras... Y también, donde se pueda dejar como está cuando se debe abandonar el trabajo y encontrarlo allí de nuevo, tal cual.

Estas condiciones y muchas más, las reúne el taller de pintura decorativa (y manualidades en general) de mi mamá. Es una casita vieja apodada cariñosamente El Rancho. Así, con mayúscula porque no es cualquier rancho aunque a primera vista lo parezca.

Por fuera se ve así...






Y tiene una pequeña galería a la cual dan dos puertas (una de la ex-habitación y otra de la cocina), tal como en las casas de antes.




¡Lástima la pared del vecino, bastante fea!



Nada más basta observar desde el umbral de la puerta...



para ver el desorden general... Pero también...




la amplia mesa de trabajo que invita a empezar ya a crear algo con las propias manos, el cálido piso de madera, la luz de la tarde que se filtra por la rústica ventana (que mis fotos no pueden captar)...



las estanterías colmadas de libros y revistas, la infinidad de cajas y cajitas que contienen pequeños tesoros, los trabajos terminados, a medio hacer o por comenzar... de alumnas y profesora...

Definitivamente, El Rancho es un universo aparte, un oasis...






Allí se respira una atmósfera especial, llena de paz y creatividad latente. Ya sea para pintar, hacer manualidades, escribir o simplemente sentarse y contemplar los libros viejos... es el ámbito más adecuado. Tal vez sólo sea que en el aire flota la dedicación de quienes hicieron de las añejas paredes el espacio que hoy es. Tal vez sólo sea que allí están guardados un puñado de sueños e ilusiones, tan simples y tan importantes que trascienden e invaden lo material. 

Sólo eso...