No hacen faltan muchas palabras... sólo una piedra redondita de esas que suelo encontrar en la playa
Y pintura acrílica para transformarla en una simpática vaquita de san antonio.
Ahh!! Con un marcador negro indeleble, pinté las manchitas y dibujé las alas ya que con el pincel no me animaba.
Lista para decorar alguna maceta o algún rincón especial
¡HASTA LA PRÓXIMA!