La entrada de hoy está dedicada a un trabajo simple, que no lleva más que el tiempo de secado del acrílico y el barniz. Sin embargo, yo lo transformé en algo un poco más complicado, aunque igualmente divertido.
Hace un tiempo vi en un negocio unos posavasos redondos de fibrofácil con un diseño estampado (por medio de sellos) del cual ya ni me acuerdo. No lo recuerdo porque inmediatamente los visualicé de otra manera, con otra técnica diferente y, pasado algún tiempo, puse mi idea en práctica.
Es necesario contar con la posibilidad de cortar fibrofácil de 3 mm de espesor... o de alguien que corte por uno, como en mi caso. Seis círculos de unos 10 centímetros de diámetro, o el tamaño que cada uno considere. Más o menos para que un vaso cualquiera pueda ser apoyado cómodamente (no es ninguna ciencia).
Posteriormente, procedí al pintado (de los pasos intermedios no tengo fotos, pero no hace falta). Di una base de color blanco, varias manos para que quede bien parejo. Y después utilicé un stencil con diseño chevron, que yo misma fabriqué con cartulina siguiendo un modelo que bajé de internet. Fue un tanto complicado y me pasó que unas semanas después, pasé por la artística y encontré un stencil tal cual. ¡UFA! Ya era tarde... Me lo compré igual para alguna otra vez, dado que el mío de cartulina quedó bastante maltrecho luego de utilizarlo.
Pinté cada uno de diferente color y elegí tonos pasteles (acrílicos comunes que mezclé con blanco). Finalmente, dos manos de barniz acrílico para proteger y listo.
Sencillo e ideal para participar del Finde Frugal que propone Marcela cada viernes.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!