lunes, 8 de septiembre de 2014

UN TOQUE AMARILLO

El amarillo es un color que no me atrae mucho. No lo utilizo para vestirme, ni lo elijo para mi casa...


Sin embargo...


Me encanta el color amarillo en la naturaleza, ya sea en las hojas otoñales o en los aromos y acacias al final del invierno...


Y por supuesto en los jazmines.


El amarillo en esta época del año representa la alegría contagiosa de la primavera que está por comenzar y me remite a la luz del sol...




Hoy tomé prestada un poco de esa sensación que afuera comienza a apoderarse del ambiente...



Y le abrí las puertas de mi casa y de mí misma.


Con una carpeta hecha a mano, un bowl viejito que encontré cuando me mudé y algunos elementos de vidrio...


renové la superficie de la repisa que contiene parte de los libros que uso para dar clases.


 Pura sencillez para empezar esta semana.


domingo, 31 de agosto de 2014

FRESIAS

Termina agosto y ya se empieza a sentir la proximidad de la primavera... Yo la espero con el jardín lleno de fresias silvestres que nacen amontonadas en diversos lugares o, dispersas, se abren paso entre el césped sin cortar. Su aspecto puede resultar sencillo comparado con el de sus coloridas hermanas cultivadas y vendidas en puestos de flores, pero su aroma es inigualable e invade el ambiente anunciando la hermosa estación que se acerca.








viernes, 1 de agosto de 2014

RECICLAJE FRUGAL

A esta altura y después de muchos Findes Frugales organizados por Marcela en Colorín Colorado, yo me pregunto: ¿Es suficiente que una olla tenga un agujero para tirarla?


¡¡Por supuesto que no!! Me respondo inmediatamente sin dejar de mirarla. Con su pequeño agujero y todos sus años de desgaste, no deja de tener encanto.


Pintada de blanco (antes era roja, me olvidé de sacar foto) y manteniendo el borde y las manijas negras, parece renacer... y así de simple ya está lista para un nuevo uso porque... ¿Acaso está escrito en algún lado que una olla deba seguir siendo olla toda su existencia?


Mmmm... no, yo no lo vi escrito en ningún lado. Entonces... ¡es hora de convertirse en maceta!



Una bonita suculenta que ya estaba a punto de reventar su anterior maceta, resulta adecuada y aquí expongo el resultado.


El solcito de este primer día de Agosto acompaña para sacar las fotos y el tronco del viejo pino resulta un buen escenario.


Decidí dejar la nueva maceta absolutamente blanca porque como va a estar a la intemperie, pienso que decorarla de algún modo no tiene sentido porque se va a deteriorar. Por eso, sólo esmalte sintético blanco y listo.


¡Qué divertido es correrse de lo establecido y jugar con la inspiración! 

Ya sea para transformar una olla rota en maceta o cualquier otra cosa como las que proponen todos los participantes de este encuentro que ahora me voy a visitar.

¡FELIZ FIN DE SEMANA!

viernes, 25 de julio de 2014

FRUGAL AL CROCHET

¡Qué lindo es estar de vacaciones! Contar con el tiempo suficiente para poder dedicarme a hacer cosas diferentes sin temor de pensar que le estoy robando a las obligaciones y sin tener que correr para llegar a hacer todo. 

Por ejemplo, puedo participar del Fin de Semana Frugal propuesto cada semana por Marcela y recorrer los blogs amigos, nutriéndome de este genial intercambio de ideas. Aquí vamos...

 
Ya es bien sabido que yo no tejo, ni coso, ni nada que se relacione con una aguja e hilo. Cada vez que tengo que coser un botón que se salió o un dobladillo que se descosió, con gran ceremonia despliego todo mi costurero y me dispongo como si fuera a hacer un vestido de novia, tal como hacía mi abuela modista. Pero ahí no más quedo, en la primera puntada se me enreda todo el hilo, tengo que cortar y volver a empezar... 


También he intentado tejer... recuerdo una bufanda inconclusa que inicié en mi infancia y jamás terminé. Y otra bufanda, que tejí ya de grande, un ponchito y... ahí se acabó mi ciencia. No hay caso.


Jamás intenté tejer al crochet, partido perdido de antemano para mí... Me parece sencillamente imposible. Creo que en este tipo de manualidad, me juega un poco en contra el hecho de que soy zurda, entonces resulta difícil enseñarme, pero me parece que con voluntad de mi parte esto no hubiera sido un obstáculo. Entonces la verdad es que... las agujas no me atraen en absoluto.


Sin embargo, me encantan todas las cosas que se pueden hacer, como por ejemplo el trabajo que quiero mostrar hoy.


Con puchitos de lanas, de esos que siempre sobran y quedan dando vueltas por ahí (las que son tejedoras entenderán) se pueden "vestir" simples latas de conservas y transformarlas en bonitos lapiceros para el escritorio.


Por supuesto que no fui yo quien lo hizo, pero la autora (una gran seguidora de los findes frugales, sólo que sin blog) me autorizó a compartirlos.


Así que, cámara en mano (eso sí me sale un poco mejor), de pasada ordené el escritorio y saqué las fotos de estos lindos y fáciles lapiceros con funda tejida al crochet. 


Una idea fácil de realizar -para quienes saben tejer- y si no, muy fácil de disfrutar para quienes no sabemos, pero valoramos todo lo que se puede hacer manualmente. 

¡FELIZ FIN DE SEMANA!

jueves, 24 de julio de 2014

INVIERNO

Ya casi se termina Julio, el mes más frío del año, con el invierno desplegándose en todo su esplendor. Mientras, yo disfruto las vacaciones, tan esperadas y necesarias: unos días de absoluto desenchufe.

Esta mañana, la temperatura mínima rondó los -2°C y salí, bien abrigada por supuesto, a recorrer el jardín. Inmediatamente, volví a buscar la cámara porque no podía menos que intentar retener un poco de la belleza que ofrece esta cruda pero hermosa estación.



Cabe aclarar que estoy pasando unos días en mi ciudad natal, que por estar bastante al sur de la provincia de Buenos Aires, amanece en esta época vestida de blanco y es de lo más común. 




La mañana avanzaba, con un sol tímido al que le costaba abrirse paso en el cielo. Y allí, en la más plena sombra, el césped blanco crujía bajo mis pasos.




Mucho frío... sí, pero valía la pena respirar ese aire puro y calmo de naturaleza adormecida y congelada en una belleza sin igual.


Seguí mi recorrido observando y descubriendo, asombrándome con la resistencia de las plantas del jardín desafiando las bajas temperaturas.



Poco a poco, la escarcha se convirtió en rocío...



...y los rayos templados se fueron filtrando entre las ramas desnudas de los árboles para formar dibujos sobre el verde.



Así, la mañana fue dando paso a un día soleado y radiante, de esos típicos de Julio, que engañan porque, como dice alguien que conozco, hace un frío silencioso.