Mientras enero avanza con el ritmo lento de las vacaciones, reuní algunos bellos objetos y me puse a jugar con la cámara. Éste es el resultado...
Me cautivó esta jarra de vidrio verde, que fue de mi abuela y colocando en ella unas espigas de penisetum la transformé en protagonista de mis fotos.
Detrás, una vieja caja de saquitos de té y un frasco de café de antes. Qué lindos envases tenían los artículos de almacén cuando no existía el plástico o no estaba tan difundido.
Asoman por un costado unas tacitas blancas y azules, tan simples como bonitas, y por supuesto, de edad indefinida, lo mismo que las de la siguiente foto.
También se roba mi atención esta tacita verde con su plato...
Un poco cachada y encantadora...
Enero va pasando y yo sigo observando a mi alrededor en busca de la belleza de todos los días.
.Hola Marita... tiene mucha belleza en ese rincón que nos muestras.Realmente me dejaron enamorada la jarra verde y esas encantadoras tazitas..
ResponderEliminarHola Angélica, me alegro de que te guste!
EliminarUn precioso bodegón lleno de encanto y de recuerdos, Marita. Nosotras también disfrutando creando rincones sólo por el enorme placer de fotografiarlos.
ResponderEliminarBesos a montones de las dos.
J&Y
Exactamente, crear solamente por crear y disfrutar sacándole fotos! Besos!
Eliminar¡Un rincón adorable, Marita, cargado de objetos con alma!
ResponderEliminarQué gusto crearlos para tener el placer de disfrutarlos y fotografiarlos.
Besos
Gracias Isabel! Tal cual, objetos con alma porque tienen larga historia familiar en su haber. Besos!
EliminarQue lindos tesoros!!
ResponderEliminarBesosssss
Gracias Juli! Besos!!
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